La Aromaterapia es una técnica milenaria que iniciaron los egipcios, forma parte del Ayurveda y de la Medicina China.

Trabaja con 45 aceites esenciales puros y genuinos, que inhalándolos actúan en el plano emocional de las personas, y colocándolos diluidos sobre la piel y el cuerpo, actúan en el plano físico.

Para nombrar algunas de sus propiedades, los aceites esenciales son: antisépticos, refrescantes, bactericidas, estimulantes, afrodisíacos, calmantes, energizantes, cicatrizantes, antidepresivos, etc.



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martes, 25 de mayo de 2010

Los árabes y la Aromaterapia



El más grande de los médicos árabes fue sin duda Abu Ali Ibn Sina (980-1037 d. de
C.), conocido entre nosotros como Avicena. Estudió lógica, geometría, metafísica, filosofía, astronomía, y todas las demás ciencias naturales conocidas en sus días, así como la medicina -de hecho fue un perfecto ejemplo de lo que llamaríamos un «hombre del Renacimiento»-. ¡Aparentemente, fue un niño prodigio, y ya era un doctor famoso a los dieciocho años de edad! También dejó valiosos escritos, en los que describió más de 800 plantas y sus efectos sobre el cuerpo humano. No todas ellas han sido identificadas, pues a veces se las describía con los nombres vernáculos locales, pero entre las plantas que pueden identificarse con garantías hallamos el alcanfor, la manzanilla y la lavanda -todas ellas con aceites valiosos hoy en día para la Aromaterapia-.
Introdujo la dieta frugívora
(que utilizaba frutas con alto contenido en azúcares naturales, como las uvas y los melones), inventó la tracción para los miembros rotos y la manipulación de las anormalidades de la columna, y escribió la descripción de varios movimientos de masaje.
Sin embargo, su mayor importancia para la historia de la Aromaterapia estriba en considerársele descubridor del método de la destilación de los aceites esenciales.