En el año 1925, el primer ministro y filósofo sur africano Jan Christian Smuts dio la definición de "holístico" cuando enfocamos al ser humano como un sistema integrado y no como una serie de partes aisladas.
Seguramente esta es una distinción, o una manera de apartarse del enfoque tradicional y alopático de la medicina tradicional, para la cual somos, partes: un cerebro, con unos huesos, o unas venas con arterias, etc.
El enfoque holístico pone el énfasis en la individualidad y totalidad de las personas, y la importancia de crear soluciones o tratamientos según las distintas necesidades. Estudiando no solo las condiciones del cuerpo, sino el entorno, y la respuesta emocional de las personas.
La Aromaterapia, como una disciplina holística, propone a la salud como el estado ideal y natural de las personas, incentivando a los individuos a prevenir problemas de salud, a través del uso de los aceites esenciales puros y genuinos, que utilizados en forma correcta, promueven la capacidad del cuerpo humano de mantener una condición estable, equilibrada, saludable y balanceada, la cual, lo capacita para autocurarse.
Este balance, implica buscar el equilibrio entre nuestras emociones, nuestro cuerpo físico y nuestra psiquis.